El año pasado, la producción global de diamantes disminuyó un dos por ciento, alcanzando los 148,4 millones de quilates brutos. Por el contrario, su valor aumentó un 2%, alcanzando la cifra de 14.470 millones de dólares.
La producción de diamantes disminuye
Unas cifras que nos llevan a preguntarnos cuál ha sido la causa principal de este cambio. Pues bien, el principal motivo reside en el retroceso de la mina australiana Argyle.
Un retroceso que responde a un descenso del 18% de la producción, situándose en los 14 millones de quilates, y que tendrá como consecuencia el cierre de la que ha sido considerada una de las minas más importantes del mundo con motivo del agotamiento de sus recursos. La mina se encuentra ya en periodo de cierre y tiene previsión de cerrar definitivamente sus puertas a lo largo de 2020.
Otra de las causas que han desencadenado en esta situación, la protagonizan las explotaciones mineras rusas que también se encuentran en descenso. Una caída concretamente del 3%, con una producción global de 43,2 millones de quilates; seguida de Botswana con 24,3 millones de quilates.
Se trata de unos datos que acaba de hacer públicos el sistema de certificación del Proceso Kimberley: un régimen de control de las exportaciones y de las importaciones de diamantes en bruto.
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